Copa del Rey (Cuartos de final, vuelta): Sevilla 3, Villarreal 0. El motivo secundario, el pasaje a las semifinales de la Copa por tercer año consecutivo, que revitaliza el andar Sevillista en la presente temporada. Y la razón principal, la vuelta a las canchas después de más de un año de Sergio Sánchez. Sin dudas, un ejemplo de sacrificio, perseverancia y amor al fútbol.
En cuanto a lo deportivo, demás está decir que frente a Villarreal fue una de las mejores presentaciones del Sevilla en la 2010-2011. Un equipo sólido atrás, hiriente en la delantera, sustentado en el equilibrio del mediocampo. Quizás en todo éste tiempo, salvo mínimas excepciones, no se vio al conjunto de Manzano en ésta versión. Lo importante es que Sevilla demostró que puede jugar así, y que está capacitado para pasar por encima a cualquier rival.
Las bandas volvieron a ser un arma importantísima para el elenco de Nervión, que tuvo por ejemplo, a Dabo cumpliendo una de sus mejores actuaciones con la casaca Andaluz. Justamente el africano, participó en el primer gol, tempranero, a los 7, que tras una definición estupenda de Negredo, derivó en Renato que la aseguró prácticamente en la línea, para abrir la cuenta.
Otra de las virtudes Sevillistas fue la concentración. A pesar de conseguir rápidamente la ventaja, el equipo nunca desvió el objetivo. Siguió buscando el arco contrario, y cuando fue exigido, Javi Varas respondió con total solvencia. Así, el segundo estaba al caer. Sevilla era mucho más, y la superioridad iba a ser reflejada nuevamente en el marcador.
Hubo que esperar hasta el complemento, es cierto, pero los goles, tarde o temprano, llegaron. A los 2, un córner desde la derecha cayó mansamente en la testa de Kanouté, el hombre gol del Sevilla, que puso el segundo. Y 3 minutos más tarde, para no dejar dudas ni chances al rival, Alexis volvió a convertirle al Submarino Amarillo para condecorar la goleada.
3 a 0, y a semis. La primera meta a corto plazo ya está cumplida. Ahora, hay que ir en busca del triunfo frente a Levante en la Liga. La idea de no perder más oportunidades, comenzó a tomar color. A seguir por éste camino. Por el buen fútbol y por Sánchez, frente a Villarreal, fue una de las noches más felices para el Sevilla Fútbol Club.
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