Liga Española (fecha 18): Real Sociedad 2, Sevilla 3. Con una actuación descollante del oriundo de Malí, Sevilla estiró la racha positiva al vencer a la Real Sociedad en tierra vasca. Fue 3 a 2 con un doblete de Kanouté, que no se cansa de hacer delirar al público Sevillista con sus notables producciones.
En cuestión de semanas, parece que el camino del Sevilla se va afianzando y librando de obstáculos. La defensa, de a ratos muestra seguridad, y el regreso de Navas le permitió al equipo de Gregorio Manzano, recuperar la vertiginosidad ofensiva. Ya son 4 los éxitos consecutivos entre Liga y Copa, lo que posibilita aliviar definitivamente el presente Andaluz, y lo que es mejor, dar rienda suelta a la ilusión para encarar lo que viene.
Y eso que los de Nervión comenzaron con el pie izquierdo. Después de un arranque parejo, los locales a los 22, con un preciso remate de media distancia de Diego Rivas, golpearon primero. Aunque, inmediatamente, Sevilla iba a iniciar la serie de reacciones, que a la postre le iban a dar la victoria. Tras un córner desde la izquierda ejecutado por Perotti, Luis Fabiano la bajó para la llegada de Kanouté, que de primera y sin perder el tiempo, empardó el trámite 3 minutos después de la apertura.
De ahí en más, Sevilla fue adueñándose del juego, aunque, a los 42, una falla de Escudé le propinó una nueva caída a la valla de Palop. Llorente aprovechó, y la Real Sociedad se fue al descanso arriba 2 a 1.
No obstante, en los últimos partidos, si hay que valorar una virtud del equipo Sevillista, es la reacción ante situaciones adversas (al menos eso se vio después del empate ante el Dortmund), y la serenidad a la hora de cerrar los partidos. Nuevamente se volvió a reponer de la desventaja, en ésta ocasión, en el amanecer del complemento. Avisó con Kanouté, y al rato, concretó con Luis Fabiano, que a los 18 definió luego de una jugada de tiro de esquina, otra vez ejecutado por el argentino Perotti.
Y no se iba a quedar ahí. Sí, Sevilla con el ingreso de Negredo (que participó en el gol de O' Fabuloso), no solo aspiró a igualar el partido, sino que cuando lo consiguió, fue a buscarlo con decisión. E iba a tener recompensa. Ofensivo, agresivo, y letal. Negredo asistió al bueno de Frederic, dos minutos después del empate parcial, y el africano abusando de su serenidad a la hora de definir, liquidó el pleito. Victoria para seguir soñando. Triunfo que ratifica el buen momento Sevillista. Que no decaiga. 
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