Copa del Rey (Octavos de final, vuelta): Málaga 0, Sevilla 3. De a poco, Sevilla va encontrando su mejor nivel. Tal cual ocurrió la temporada pasada, los partidos de visitante en la copa, comienzan a ser clave para concretar el objetivo de defender el título. Con un segundo tiempo de ensueño, el conjunto de Nervión le ganó 3 a 0 al Málaga en La Rosaleda, y consiguió el pasaje a los cuartos de final de la Copa del Rey. Los que también siguen en carrera, son los vecinos del Betis, que sorprendieron a propios y extraños, y derrotaron al Getafe como visitante, 3 a 1.
Volviendo al Sevilla, las principales virtudes del equipo de Manzano estuvieron, principalmente, en la seguridad defensiva en el tramo inicial (que a paso lento, pero andar al fin, se va aceitando), y la contundencia en ataque en el complemento. Sevilla jugó con la diferencia lograda en la ida (5-3), y le sacó máximo de rédito. Porque aprovechó la desesperación del rival, para luego, con paciencia y determinación, sentenciar la historia en su favor.
En el comienzo, se sufrió un poco. Duda estuvo activo, y complicó a la última línea Sevillista en un par de ocasiones desde la izquierda. Sin embargo, a Palop se lo vio sobrio y seguro, en un Sevilla que si no fuera por una llegada de Luis Fabiano a los 36, hubiera cerrado el primer tiempo sin situaciones de riesgo. También lo tuvieron Eliseu y el argentino Martín Demichelis (debutó ayer tras su salida del Bayern Munich), pero nuevamente se encontraron con la muralla de Andrés Palop.
Y el complemento fue totalmente distinto. Sevilla aguantó lo que tenía que aguantar, y tras el orden defensivo establecido, comenzó a lastimar al equipo de Manuel Pellegrini. De entrada, a los 6, una bomba desde un tiro libre de Romaric, puso arriba al conjunto Andaluz. Otra vez, el de Costa de Marfil volvió a ser vital, en una temporada que está siendo muy auspiciosa para el volante.
Aquí se produjo un click en el partido. Con Málaga jugado en ataque, cada contra del Sevilla pasó a ser medio gol. Y así fue que los dirigidos por Gregorio Manzano estiraron la brecha, para condecorar un resultado abultado, que llena de confianza a un equipo que decididamente, está saliendo de las malas rachas. Una gran réplica encabezada a los 20 minutos por Luifa, derivó en Navas, que volvió a ser importante, y en ésta oportunidad le cedió el gol a Diego Perotti.
Más tarde, cerca del epílogo, el artillero brasileño de tiro libre (raro en él), la clavó en un ángulo para el 3 a 0 final. Satisfactoria actuación, mejor resultado. Sevilla quiere volver a ser el que fue, y va por el buen camino. Siempre mantener el cero en el arco propio, abre las puertas hacia la regularidad. Porque se sabe, delanteros hay. Y de los buenos.
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