SEVILLA 1 - 1 Xérez (Fecha 28)
El inexplicable empate ante Xérez, culminó con el proceso de Manolo Jiménez al frente del primer equipo del Sevilla. Ésta fue la gota que rebalsó el vaso, ya que se le sumó a la inesperada eliminación en octavos de final de la Champions y a la constante irregularidad mostrada en la Liga. Tras la igualdad ante el elenco de Pipo Gorosito, el Consejo de Administración de la institución dijo basta.
En el plano futbolístico, volvió a ser un partido para el olvido. Aunque claro está, en los últimos meses Sevilla no pega una. Las lesiones lo aquejaron durante toda la temporada, y la semana que pasó no fue la excepción. Ante Espanyol, Capel y Navas salieron con molestias, y ahora se anotaron a la lista de la enfermería Andaluz Zokora y Perotti. Así, es casi imposible mantener un equipo base. Sevilla lo sufrió, y Jiménez lo terminó pagando.
Xérez fue al Pizjuán a rescatar algún puntito, y en el epílogo lo consiguió, casi de prepo. Para algunos fue demasiado premio, pero para quien escribe está bien el resultado final. ¿Porqué? Porque Sevilla fue el claro dominador, pero en los últimos minutos entró en miedo escénico. Los resultados no se están dando, y el elenco de Nervión padece ir en ventaja, debido a que teme que en cualquier momento todo se le vaya de las manos. Y volvió a suceder.
Poco y nada para rescatar del primer tiempo, una leve mejoría en el complemento con Romaric y Adriano haciendo un buen partido. Parecía que el panorama se aclaraba cuando Kanouté abrió la cuenta desde el punto penal. Todo hacía presumir que el que metía el gol ganaba. Pero cuando venís torcido, no hay con que darle. Segundo minuto de descuento, y ¡desde un lateral!, serie de rebotes, le queda a Gioda (¡!) que empata. Increíble pero real.
1 a 1 y final. Final de Jiménez, que se va por la puerta de atrás, sin poder disputar el partido decisivo por la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid, lo único que le queda a Sevilla en ésta temporada. Instancia a la que, pese a quien le pese, llegó Jiménez. Sinceramente me hubiera gustado que el ahora ex técnico Sevillista dirija ése partido. Aunque claro, todos sabemos que hoy los tiempos del fútbol son otros. Pasa en Argentina, en España, y en todos los lugares en los que la pasión y el exitismo están por encima de todo.
En el plano futbolístico, volvió a ser un partido para el olvido. Aunque claro está, en los últimos meses Sevilla no pega una. Las lesiones lo aquejaron durante toda la temporada, y la semana que pasó no fue la excepción. Ante Espanyol, Capel y Navas salieron con molestias, y ahora se anotaron a la lista de la enfermería Andaluz Zokora y Perotti. Así, es casi imposible mantener un equipo base. Sevilla lo sufrió, y Jiménez lo terminó pagando.
Xérez fue al Pizjuán a rescatar algún puntito, y en el epílogo lo consiguió, casi de prepo. Para algunos fue demasiado premio, pero para quien escribe está bien el resultado final. ¿Porqué? Porque Sevilla fue el claro dominador, pero en los últimos minutos entró en miedo escénico. Los resultados no se están dando, y el elenco de Nervión padece ir en ventaja, debido a que teme que en cualquier momento todo se le vaya de las manos. Y volvió a suceder.
Poco y nada para rescatar del primer tiempo, una leve mejoría en el complemento con Romaric y Adriano haciendo un buen partido. Parecía que el panorama se aclaraba cuando Kanouté abrió la cuenta desde el punto penal. Todo hacía presumir que el que metía el gol ganaba. Pero cuando venís torcido, no hay con que darle. Segundo minuto de descuento, y ¡desde un lateral!, serie de rebotes, le queda a Gioda (¡!) que empata. Increíble pero real.
1 a 1 y final. Final de Jiménez, que se va por la puerta de atrás, sin poder disputar el partido decisivo por la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid, lo único que le queda a Sevilla en ésta temporada. Instancia a la que, pese a quien le pese, llegó Jiménez. Sinceramente me hubiera gustado que el ahora ex técnico Sevillista dirija ése partido. Aunque claro, todos sabemos que hoy los tiempos del fútbol son otros. Pasa en Argentina, en España, y en todos los lugares en los que la pasión y el exitismo están por encima de todo.
1 Comentarios:
El tiempo pondrá a cada uno en su sitio. Si el Sevilla gana la Copa del Rey, Jiménez será la persona más feliz del mundo, a pesar de no dirigir el partido. Simplemente porque es sevillista.
Esto es fútbol, en lo bueno y en lo malo.
Un saludo
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