Champions League (Ronda clasificatoria ida): SC Braga 1, Sevillla 0. ¿Se complicó la vida solo? Lo sabremos la semana próxima. Lo cierto es que Sevilla cayó en Porugal a manos del Braga por la mínima, y de cara a la vuelta, el choque toma cierta cuota de incertidumbre. Más si en principio el partido parecía no traer complicaciones para las aspiraciones del elenco de Antonio Álvarez. Porque en el primer tiempo Sevilla fue superior, y mereció irse al descanso arriba en el score. Por eso, el público de Nervión estaba tranquilo. Aunque en el complemento, no se iba a llevar una grata sorpresa. Para nada.
Ya de arranque, todo pintaba bien. A los 4 y tras un desborde y posterior centro de Jesús Navas, Luis Fabiano, que definitivamente se quedará en Sevilla esta temporada, estrelló un cabezazo en el poste. Clarísima para el conjunto Andaluz, que no solo dominaba a su rival en situaciones sino a través de la posesión, precisas asociaciones y seguridad en el control de la pelota.
Aunque ya casi sobre el cierre del tramo inicial, el equipo luso avisó que el segundo tiempo iba a ser distinto. Matheus quedó mano a mano con Andrés Palop, y el arquero Sevillista con una estupenda reacción salvó la primera caída de su valla.
Y tras el descanso, lo dicho. Sevilla avisó con Navas, pero a los 16, ya con un Braga más agresivo, llegó la única emoción de la noche. La toquetearon sobre la derecha, vino un centro pasado a la cabeza de Paulo César que exigió al máximo a Palop, y el rebote en posición dudosa fue para Matheus que definió con el arco a su merced.
De ahí en más, el trámite fue de ida y vuelta. Sevilla fue a buscar el empate con Navas encarando constantemente desde la derecha. Los de Nervión tuvieron alguna que otra chance, pero en ese segmento del juego, la más clara la tuvo Lima para Sporting de Braga, quien remató de media distancia y el envío culminó pegando casi en el ángulo.
Primera derrota en la temporada. Tempranera. Mejor caer ahora, y reponerse en el Pizjuán en 7 dias. La Champions no suele dar segundas oportunidades. Sevilla hoy la tiene. Y ante su gente, por historia y tradición, la obligación será demostrar que este equipo está para más. Un tropiezo nunca es caída.
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