Supercopa de España (vuelta): Barcelona 4, Sevilla 0. Sí, no quedan dudas que están por encima del resto. Es el único equipo en la actualidad que puede pintarle la cara a quien sea y cuando se le antoje. Tanta es la superioridad de éste Barça con el resto, que los partidos en algunos casos llegan al punto de aburrir. Hoy pasó. Y eso que Sevilla a principio de año venía de un cachetazo bastante similar en Camp Nou. Pero por lo visto no se aprendió de los errores y a estos muchachos nada les importa. Parecen no tener piedad. Los de Pep Guardiola se sacaron de encima con suma facilidad al Sevilla, lo golearon 4 a 0, y se quedaron con la novena Supercopa de España en su historia.
Tiki, tiki. Así, todo el partido. Los de Nervión, me da pena decirlo, pero solo la miraron pasar. Fueron espectadores de lujo ante un equipo que dio una avasallante lección de fútbol. Y no es que juegan a hacer cosas imposibles eh. Porque lo que mejor hacen es dársela al compañero. Un blaugrana se la da limpia a otro blaugrana. Siempre. Y así, cansan al rival, lo enloquecen. Hasta yo me enloquecí. Por momentos me dieron ganas de entrar a la cancha y ayudar a mis pobres Sevillistas a robar la pelota de una buena vez.
Me senté a ver el partido confiado del 3-1 de la ida. Es cierto, estaba convencido que la Supercopa se iba a pelear. Pero solo bastaron unos minutos para que retraiga el pensamiento. Cuando Pedro agarró el esférico, pasó ante cuanto jugador de camiseta blanca se cruzó en el camino y después el centro derivó en el gol en contra de Konko, listo. Afuera la expectativa. Se suponía lo que iba a venir. Y vino nomás.
Messi que me saca de quicio. ¿Este Messi fue al Mundial o nos dieron una réplica barata? Es un crack, imparable cuando se lo propone. Al igual que su equipo. Cuando encienden motores, chau, a casa. No hay caso. Hizo 3, pero si hubiera querido hacía 2 más. No es mi jugador preferido pero por partidos como este se merece todos los Balones de Oro. Todos. Asique armen un equipo que juegue para Messi y quizás dentro de 4 años hacemos algo bueno.
Y Sevilla, pobre Sevilla. Creo que faltó convencimiento, o al menos jugársela con la formación inicial. No se puede definir un partido en el primer tiempo y sin Kanouté, Luis Fabiano y Perotti en cancha. Es dar ventajas, y Sevilla no está para darse esos lujos. Seguramente Antonio Álvarez tiene una cuota importante de responsabilidad. Pero no es hora de críticas. Porque Sevilla tiene una final entre semana. Hay que clasificar a la Champions. Y hoy, cualquier otra cosa ya no interesa.
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