Zaragoza 2 - 1 SEVILLA (Fecha 21)
Sí, el panorama pintaba bien para Sevilla. Pero las rachas se cortan alguna vez. El conjunto de Manolo Jiménez parecía haber pasado el sofocón. Ése mismo en el que se encontró inmerso a finales de 2009 y principios del corriente. La victoria entre semana ante Getafe por la Copa por momentos pasó a ser la confirmación de la recuperación Sevillista. Pero en el medio del camino, hubo un tropezón. Los de Nervión cayeron en su visita a La Romaleda frente al Zaragoza por 2 a 1 y volvieron a perder la plaza de Champions a manos del Mallorca.
El partido en sí fue parejo, pero los locales comenzaron mejor. Generaron las chances más propicias para adelantarse en el luminoso, y sus delanteros Colunga y Suazo, se mostraron muy movedizos en el frente de ataque (de hecho el primero falló un gol increíble con el arco vacío tras dejar fuera de combate a Palop).
Las primeras insinuaciones luego se trasladarían al marcador, cuando a los 31 de la primera mitad Contini después de una serie de rebotes y enriedos dentro del área marcó el primer gol de la noche. Allí entraríamos en los 10 minutos claves del juego, ya que en seguida Sevilla empató a través de Kanouté, quien capitalizó un rebote después de que la pelota estrellara en el travesaño tras un cabezazo de Cala.
Allí se suponía que el elenco Andaluz iba a tomar las riendas del partido, pero a los 40 Negredo en su propia valla estableció un nuevo desnivel para el local. Un jugador que acostumbra a generar aplausos y festejos en la parcialidad Sevillista, ésta vez no hizo más que hacerla sufrir por una jugada desafortunada que terminó siendo decisiva, sumándole otro aspecto negativo a su participación que fue la inexplicable expulsión en el complemento.
En esos 10 minutos se sentenció la historia, ya que en la segunda parte poco pasó. Sevilla lo fue a buscar pero sin ideas claras, y Zaragoza tampoco fue eficaz para liquidarlo de contra. Los de Nervión sufrieron la ausencia, indispensable a ésta altura, de Jesús Navas, y el partido quedó en un 2-1 para el equipo de los argentinos Juan Pablo Carrizo y Leonardo Ponzio.
Nuevamente en puestos de UEFA (ó Europa League). Habrá que remarla una vez más y dejar al Sevilla donde se merece. Pero ahora, definitivamente, será tiempo de pensar en Getafe.
El partido en sí fue parejo, pero los locales comenzaron mejor. Generaron las chances más propicias para adelantarse en el luminoso, y sus delanteros Colunga y Suazo, se mostraron muy movedizos en el frente de ataque (de hecho el primero falló un gol increíble con el arco vacío tras dejar fuera de combate a Palop).
Las primeras insinuaciones luego se trasladarían al marcador, cuando a los 31 de la primera mitad Contini después de una serie de rebotes y enriedos dentro del área marcó el primer gol de la noche. Allí entraríamos en los 10 minutos claves del juego, ya que en seguida Sevilla empató a través de Kanouté, quien capitalizó un rebote después de que la pelota estrellara en el travesaño tras un cabezazo de Cala.
Allí se suponía que el elenco Andaluz iba a tomar las riendas del partido, pero a los 40 Negredo en su propia valla estableció un nuevo desnivel para el local. Un jugador que acostumbra a generar aplausos y festejos en la parcialidad Sevillista, ésta vez no hizo más que hacerla sufrir por una jugada desafortunada que terminó siendo decisiva, sumándole otro aspecto negativo a su participación que fue la inexplicable expulsión en el complemento.
En esos 10 minutos se sentenció la historia, ya que en la segunda parte poco pasó. Sevilla lo fue a buscar pero sin ideas claras, y Zaragoza tampoco fue eficaz para liquidarlo de contra. Los de Nervión sufrieron la ausencia, indispensable a ésta altura, de Jesús Navas, y el partido quedó en un 2-1 para el equipo de los argentinos Juan Pablo Carrizo y Leonardo Ponzio.
Nuevamente en puestos de UEFA (ó Europa League). Habrá que remarla una vez más y dejar al Sevilla donde se merece. Pero ahora, definitivamente, será tiempo de pensar en Getafe.
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