CHAU MUNDIAL, CHAU ILUSIÓN

Listo, se terminó. Hasta acá llegamos. El 0-4 ante Alemania nos dejó sin palabras... y sin consuelo. En dos minutos se esfumaron millones de sueños, que añoraban un nuevo título del mundo. Todos pensábamos que a pesar de los duros escollos que se presentaron en las Eliminatorias, íbamos a llegar al último día. Pero en el medio del camino hacia la gloria hubo un fantasma teutón, que derrumbó cualquier posibilidad de besar la copa por tercera vez.

Argentina a lo largo de éste mundial, decididamente jugó a respetar su historia. O al menos lo intentó. Jugó a atacar, a lastimar. En cada uno de los partidos quiso defender la historia criolla, la del juego ofensivo, la de mirar siempre el arco de enfrente. Usó la bandera como escudo y se ganó el cariño de toda la gente. Aunque jamás contamos que enfrente había un rival que, en contrapartida, decidió darle una vuelta de tuerca a su estilo. Porque Alemania juega muy bien, y nos ganó con absoluta justicia. Ya no es el duro, férreo y apático equipo de mundiales anteriores excepto contadas excepciones. Hoy Alemania alegra la vista, más allá del resultado final. Primero aplastó a Inglaterra y ahora nos hundió a nosotros. Nos hizo a través de un durísimo cachetazo aceptar una realidad que no queríamos ver. La que dice que en el mundo fútbol, ya no somos la gran potencia que fuimos alguna vez.

¿El gol tempranero de Müller fue vital para el desarrollo posterior? Sí, seguramente. Pero jamás reaccionamos. Se intentó, se buscó por todos los medios posibles, en una tarde futbolísticamente olvidable. Y Alemania estuvo lúcido, iluminado ante el grisaseo nivel argentino. Messi solo, sin ayuda, y Klose abastecido y determinante. El que más sabe sin compañía, Verón en el banco y Riquelme a miles de kilómetros. Así, todo fue mucho más cuesta arriba, porque no hubo en el partido clave uno que saliera del molde. Aunque así y todo Argentina fue, siempre intentó. Por eso, no hay reproches.

Éste golpe al corazón debe servir, en vistas a la Copa América del año que viene. El curso de la historia debe cambiar. Desde el '90 que no llegamos a una instancia decisiva. Ya es tiempo de girar el timón o decididamente defender una idea. Si Maradona se tiene que quedar, que se quede. Pero que esté mejor rodeado. No hay que sentirse victoriosos antes de tiempo, y mucho menos festejar derrotas ajenas. Más alla de cualquier dibujo táctico, si los argentinos nos diéramos un baño de humildad, algún día podremos volver a ser campeones del mundo. Al menos ése es el primer paso para cumplir grandes objetivos. Chau ilusión. Para nosotros, el Mundial ya se terminó.

1 Comentarios:

Mariano dijo...

Muy bueno como siempre nico...Totalmente de acuerdo...Creo que Alemania fue superior y demostró ser un equipo excelente. Argentina tmabién lo fue, aunque no pudo repertir el nivel de la primera fase.Más allá de la derrota, yo tampoco tengo reporches para hacerle al equipo; tampoco a diego y al cuerpo técnico. En este mundial se lelgó hasta donde nos daba como "equipo". Diego y los jugadores dieron todo, y eso se agradece...Como tambien agradezco la alegría y la ulusión que me provocaron durante 20 y pico de días...Para mi fue un buen mundial, poruqe como vos decis, hay que reconocer que ya no somos la potencia de otros tiempos...El fútbol evoluciona, y mientras sigamos teniendo las carencias estructurales (desde lo dirigencial y organizativo) el potrero de Tevez y Mascherano más las gambetas de Messi y Di Maria van a seguir siendo escasas ante la verdadera potencia fultbolística de otros países...
Abrazo...

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