BOCA, DUEÑO ABSOLUTO DEL SUPERCLÁSICO















Boca 2 - 0 River (Fecha 10)

Después de la lluvia dominguera que obligó a la suspensión del partido, el Superclásico del fútbol argentino se completó y fue todo de Boca. El elenco de Abel Alves se aprovechó de un tímido River y le ganó con absoluta justicia 2 a 0. Los goles del conjunto Xeneize los anotó el chileno Gary Medel, quien a fuerza de garra, corazón y goles, se está ganando el respeto de todos los hinchas Boquenses.

Y sí, era una verdadera final. ¿Los dos pelean por algo importante actualmente? No, para nada. Pero por eso mismo había que salvar el semestre y juntar fuerzas para lo que viene. Boca entendió el mensaje, y en contrapartida, River pareció ausentarse a la cita. Siempre se mostró deslucido, falto de ideas. Con Gallardo como talento solitario tratando de salvar lo insalvable. En cambio, en la vereda de enfrente Boca olvidó por un momento todo lo malo que hizo en éste Clausura. Lo hizo a un lado. Y pensó solo en éste partido, en EL partido del año. Constantemente Boca tuvo variantes. En el momento que alguno se apagó, siempre tomó la posta otro, mostrándose lúcido.

Eso fue Boca, lúcidez. La que no tuvo en lo que va del torneo, pero que sí la sacó a relucir en el clásico, en el partido que todos quieren ganar. Gozó de lúcidez porque resolvió mejor que el rival las situaciones que se presentaron favorables, así de sencillo. Riquelme clarificó todo con su juego, Medel y Méndez aportaron marca y explosión en la mitad de cancha, Gaitán en cuentagotas complicó a la última línea Millonaria, y García transmitió máxima seguridad desde el arco.

Ya desde el vestuario los locales entraron más concentrados, sabiéndose ganadores. En la primera chance nítida de gol, Boca comenzó a hacerse dueño del derby. A los 13, tiro libre por bajo de Riquelme, que Medel capitalizó a la perfección para marcar el primer desnivel. 1 a 0. Baldazo de agua fría para los de Astrada, que jamás se repusieron. Y encima, se dieron el lujo de errar lo poco que crearon cerca del arco Xeneize. Casi finalizando el primer tiempo, Canales dejó solo con el arquero al pibe Funes Mori, que se la entregó en las manos a Javier García. Así, se iba a hacer muy difícil convertir. Y para colmo de males, Juan Román estaba iluminado. Una genialidad del 10, casi termina en el segundo antes de irse al descanso. River seguía vivo, pero no por mucho tiempo.

En el arranque del complemento se vio lo mejor de Boca, y lo peor de River. Los locales avisaron en un par de ocasiones antes de los 3 minutos. Allí se construyó la mejor jugada asociada de la tarde. Boca tocó sin trascendencia la pelota en el centro del campo hasta que la agarró Riquelme. Éste la abrió hacia la izquierda para la escalada de Monzón, que con caño incluido sobre Ferrari sacó un centro por bajo, que dejó pasar entre las piernas Gaitán y que empalmó de lleno Medel. GO-LA-ZO. 2-0 y a otra cosa.

En los instantes finales, Boca con un hombre menos (fue expulsado Medel) estuvo más cerca del tercero que River del descuento. Así se fue un nuevo clásico, con los hinchas Boquenses gozando desde las tribunas, a partir de lo que los jugadores transmitieron desde el campo. Boca rememoró viejas épocas de gloria, mientras que River a través de las cargadas finales (Chau RiBer, decía un mensaje de "la 12") empieza increíblemente a pensar en el fantasma del promedio. Folclore del gran clásico nacional. Uno más, para seguir escribiendo páginas doradas de nuestro glorioso y querido fútbol argentino.

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