¡Tanto tiempo! Ante todo, la aclaración al Pueblo Sevillista de mi ausencia en los últimos meses. El trabajo me ha mantenido ocupado, y se me hizo prácticamente imposible publicar a diario como lo hacía anteriormente. No obstante, me seguí informando sobre el andar del Sevilla FC.
En cuanto a lo estrictamente futbolístico (que al fin y al cabo es lo que nos interesa), claro está que no fue la temporada esperada. Desde el vamos, la tempranera eliminación de la UEFA Europa League confundió a todos. La ilusión que genera participar en un torneo continental se esfumó demasiado rápido, quizás mucho antes de lo previsto y al equipo le costó reaccionar, cambiar el chip ante semejante golpe bajo. Marcelino, pese a que en el inicio encontró resultados, jamás pudo encarrilar el funcionamiento del Sevilla. En la cancha, el equipo generó más dudas que certezas y a la larga, el pobre desempeño se iba a traslucir en los resultados.
Lejos en la Liga, también en Europa, la eliminación de la Copa del Rey hizo que Sevilla tenga 6 meses de sobra en el calendario. Inmediatamente cambió de entrenador, llegó Míchel, y al menos allí sí se trazó un objetivo a largo plazo: encontrar el mejor funcionamiento de cara a la próxima temporada.
Los últimos triunfos ante Valencia en Mestalla, Mallorca, Zaragoza, Racing y Rayo, la gran mayoría por una gran diferencia en el tanteador y desarrollo, ilusionan con un cambio de aire. También sobre el cierre mejoró la campaña de local, para olvidar los fantasmas que acecharon al Pizjuán en el pasado cercano.
Álvaro Negredo, por lejos, fue el mejor jugador del año. Es el futbolista más agresivo, que se carga al equipo en los momentos complicados, además de la notable técnica que todos conocen. Justificó con talento y goles su presencia en el seleccionado español. A él hay que apuntalar, y rodearlo de la mejor forma para que rinda al máximo de su potencial. Medel conformó, Rakitic lo acompaña bien, algo de Javi Varas y Navas siempre está. Por otro lado, Kanouté no fue el hombre de área determinante de otros tiempos (aunque su calidad es indiscutible) y Reyes, hasta el momento, está en deuda.
Mención aparte para el público Sevillista y Bético. La triste despedida a Miki Roqué unió a toda la ciudad, como aquella vez del gran Puerta. Orgulloso de ustedes.
Hay mucho trabajo por hacer, muchas cosas que pulir para regresar a los primeros planos. No es imposible. Sevilla ya lo ha hecho. En la 2012/13 irá por la revancha y la vuelta a los títulos en las portadas. La nostalgia en el fútbol no es eterna, el desafío será reencontrarse con lo que nos hizo grandes. Un saludo y hasta la próxima.